Villa Fargalí Seron - Villa

Fin de semana en pareja buscando un lugar tranquilo donde relajarse. Y la verdad es que ha sido prácticamente una cura y una experiencia inolvidable desde que llegamos.
La energía del lugar te envuelve desde el primer contacto: desde la singular y cuidada arquitectura basada en la tradición cultural del lugar, la amplia vista diáfana al Valle del Almanzora y el manto de vegetación que rodea el complejo.

Javier y Pepa logran que tu estancia sea un auténtico viaje al corazón del territorio y a la vasta cultura natural, minera y de supervivencia de sus gentes que impregna este recóndito paraje de Almería.
Te ofrecen un amplio repertorio de rincones cercanos por descubrir, dónde comprar exquisitos productos del lugar, planes alternativos por si quieres vivir otras experiencias (nosotros contratamos un paquete de Observación de Estrellas desde el mismo alojamiento con los chicos del Planetario de Serón y estuvo genial)
¡¡¡Nos encantó el mapa hecho a mano con los lugares de interés en los alrededores de La Posada!!!

Decir que aunque nuestro plan era en pareja, resulta ideal para ir con niños. Los apartamentos son confortables y muy espaciosos y las zonas comunes son una delicia, como estar en una pequeña aldea tranquila y retirada en mitad de un bosque.

Mención especial a los desayunos, con esos embutidos artesanos, huevos de verdad, dulces caseros y una infusión de hierbas aromáticas recién recogidas del huerto cada mañana.
Desde luego la magia de Los Filabres nos

Me ha gustado la estancia la amabilidad de las personas que trabajan allí.
El entorno el sitio la limpieza.
Lo recomiendo al 100X100 un sitio para pasar tranquilamente tus vacaciones.

El entorno es extraordinario.
Sus propietarios son muy amables

Nos ha gustado todo.
El sitio es precioso. Perfecto para desconectar y pasar unos días de naturaleza y paz.
Las casas son muy bonitas, cómodas y calentitas. Cuando llegamos hacia frío pero la casa estaba bien calentitas. Las camas son bastantes cómodas.
El desayuno nos ha encantado. Todo con productos de la zona riquísimos.
Pero sin duda, nos quedamos con el buen trato recibido por parte de Pepa y Javier, nos hemos sentido como en casa. Muchas gracias. Volveremos

Es un espacio hermoso, gestionado con cariño y con cuidado por gente cercana en el trato y con buen gusto por la ambientación

Nos ha encantado estar alojados en plena naturaleza. El complejo de la posada es muy bonito, decorado con buen gusto, y el trato ha sido muy amable y cercano. Todo muy limpio y acogedor. Volveremos!

La ubicación de la casa, las instalaciones y el trato recibido

Lugar idóneo para desconectar en un entorno precioso. Está equipado con todo lo necesario para pasar unos días. Agradecer la atención recibida en todo momento.

Me ha encantado, la hospitalidad, el lugar, la tranquilidad, la casa súper acogedora y limpia, las instalaciones, hasta la carretera para llegar que suelen ser malas, pues esta es genial. Volveremos.

todo en general

absolutamente todo

Lugar idílico para compartir con un pequeño grupo de familia amigo es una pena que no haya más tiempo para haber disfrutado un par de días más. Personal un encanto.

Un sitio fantástico para desconnectar. Tanto Javier como Cati nos hicieron sentir muy a gusto, unos anfitriones excelentes. Las casitas están muy cuidadas y decoradas con gusto y: las vistas a la sierra, las noches llenas de estrellas, el silencio... hicieron que tengamos muy buen recuerdo de nuestra estancia.
Y no me puedo olvidar de la piscina que pudimos disfrutar con los niños.
Ahhh, muy recomendable desayunar allí para acabar de redondearlo.

Ya conocíamos el lugar, pero había sido en invierno. Esta vez disfrutamos de un fin de semana casi veraniego, como siempre, con la máxima tranquilidad y un servicio excelente. Lugar muy recomendable.

La Posada del Candil es un sitio fabuloso para desconectar de la semana, respirar aire puro y descansar. Los apartamentos, en concreto Fargali que fue donde nos alojamos mi familia y yo, era muy bonito, cómodo y todo muy limpio. No le faltaba detalle. La calefacción radiante hace que te sientas súper a gusto. Las camas muy cómodas también. Nos hemos sentido como en casa. El propietario Javier tuvo el detalle de traernos cada mañana un "detalle" de lo más dulce. Se ofreció a darnos información de la zona para visitas, compras o excursiones. El entorno es una maravilla, despertarte y contemplar esas vistas y no oír ningún ruido salvo el del aire o de los pájaros no tiene precio. Sin duda, lo estamos recomendando a los amigos y nosotros repetiremos en cuanto podamos y si tenemos suerte deleitarnos en su restaurante. Por cierto, un detalle que nos encantó tanto a mis hijos como a mi fue la estupenda biblioteca que tienen así como los juegos de mesa que nos amenizaron las tardes que pasamos allí.

El alojamiento y la atención hacen que siempre que visitamos La Posada, nos sintamos como en nuestra propia casa y nos marchemos con ganas de volver. ¡Gracias!

Hemos estado 2 noches y han sido maravillosas. El lugar, alojamiento, atención... Sin duda volveremos!

El trato personal, la atención, el entorno, la paz , la tranquilidad